23 de julio de 2013

UNA HERMOSA HISTORIA.


Perrita dio calor a bebito entre sus crías y lo salvo.
DIARIO CRÓNICA: 23.07.2013

Una mestiza acobijó a la criatura que había sido abandonada por su madre, de 33 años, en la localidad bonaerense de Virrey del Pino. Conocé la historia.
Una perrita mestiza que recién había tenido cría salvó la vida de un bebé de un mes que fue abandonado por su madre en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, en el partido de La Matanza.
El can, llamado "Puti", acobijó al pequeño junto a sus cachorritos y evitó que Santino -así lo bautizaron los vecinos- muriera de frío.
Según publicó el portal Precinto 56, el hecho se produjo el 12 de julio pasado, pero recién se conoció este lunes, en la calle Lord Byron del kilómetro 46 de la Ruta Nacional 3.
Los vecinos relataron que para esa fecha, una mujer de 33 años llamada Paula regresó a esa localidad junto a su bebé para saludar a viejos conocidos y en un momento le pidió a una señora que le cuidara al pequeño mientras visitaba al resto de los habitantes de ese barrio.
Sin embargo, esta mujer se negó a cuidar al pequeño, porque era muy chico y también debido a que le pareció rara la aparición repentina de la joven madre.
De acuerdo a lo señalado por los investigadores, esta chica se fue de esa localidad, pero a la noche habría vuelto para abandonar al bebé frente a una vivienda y sobre un viejo cochecito que era usado para dormir por una perra de la casa y sus cachorritos.
Así, Santino pasó la noche durmiendo entre la perra madre y sus crías y se estima que sobrevivió la noche del viernes y la madrugada del sábado, en la que hubo una temperatura de 3 grados bajo cero, gracias al calor de la perra.
El llanto de hambre del bebé por la mañana alertó a una vecina y a la gente de la casa, que sorprendidos llamaron rápidamente al Destacamento Policial del kilómetro 43 de Virrey del Pino.
De inmediato, efectivos policiales se presentaron en el lugar y trasladaron al niño al Hospital Equiza de González Catán, donde constataron que se encontraba muy bien de salud y con la temperatura corporal adecuada, por lo que señalaron que el calor que le dio la perrita ante las bajas temperaturas le salvó la vida.
Posteriormente, Santino estuvo en la comisaría de Virrey del Pino, donde lo bañaron, alimentaron y le cambiaron la ropa los uniformados, pero luego el juez ordenó que trasladen al pequeño a un hogar maternal.
En tanto, la mujer que abandonó a Santino fue hallada y detenida por orden del magistrado interviniente, por lo que fue alojada en una Unidad Penal de Florencio Varela.

Muchísimas veces me pongo a pensar que lazo tan grande nos une con los perros, y el porque de esta relación de amistad incondicional que existe entre el hombre y estos animales, ¿pero cuándo nació esta amistad entre ambos?
Hay una leyenda que cuenta que Dios le dijo a los animales y a los hombres que en aquel entonces vivían todos juntos, que había llegado la hora de tener que separarse.
Les dijo que una gran grieta se abriría en el suelo y que cada uno, hombres y animales,  debían juntarse cada cual con su especie.
Fue así que comenzó a formarse esa gran grieta en el piso y cada animal salto hacia donde estaban sus pares.
En el último momento cuando ya casi no se podía cruzar, el perro decidió que su lugar era junto al hombre, y arriesgando su vida saltó al vacío intentando llegar al otro lado, y lo logro,  eligiendo de esa forma vivir junto al hombre para siempre y dejar de ser un animal salvaje y libre.
Y fue así que desde aquel tiempo,  el perro ha estado junto al hombre siempre, entregándole su amistad incondicional y llevándolo a morir de tristeza si su amigo no está junto a él.
No cabe ninguna duda que la relación del perro y el hombre es tan antigua como el hombre mismo.
Hoy disfruto a mis perros GALATEA y GERONIMO que me acompañan, pero guardo en mi corazón el recuerdo permanente de cada una de las mascotas que tuve.

¿Te acordas de estas galletitas de Bagley?



Las viejas galletitas COLEGIAL que nos acompaño toda la infancia cuando las comprábamos para llevarlas a la escuela y comerlas en el recreo.
Tenían el tamaño justo e ideal para tenerlas en el bolsillo del guardapolvo porque venían en pequeños paquetitos de cinco unidades.