EL
WALKMAN.
Fue
un reproductor de audio portátil lanzado al mercado en 1979.
Con
el correr de los años se vendieron millones de unidades, aunque cuando
apareció, pocos podían permitirse comprar uno debido a su elevado precio.
Permitía
obtener calidad de sonido a través de auriculares estéreos, similar a la de un
equipo casero sin ser tan voluminoso.
La
amplia difusión del producto también cambió radicalmente el negocio de los
viejos tocadiscos y le dio el primer golpe al disco de vinilo, ya que el casete
era más fácil de reproducir y más barato.
EL
DISCMAN.
Fue
el nombre comercial dado al primer reproductor de CD portátil que llego al
mercado en 1984.
Antes
del desarrollo del CD, las cintas de casete dominaban el formato de audio y
grabación de sonido.
Los
creadores de este reproductor de audio, comenzaron a advertir el potencial del
CD, instruyendo a los ejecutivos de ventas de buscar medios para dar a los DISCMAN
mayor presencia en el mercado, de forma que fuese de interés para todo tipo de público.
Los
fabricantes trabajaron rápidamente para mejorar el diseño, reducir el consumo
de energía, el número de partes necesarias y el tamaño del reproductor, como así
también, para reducir su costo.