Quiero compartir con todos aquellos que ingresen a este espacio, un montón de recuerdos que son parte de mi niñez, adolescencia y juventud.
Recordaremos juntos de esos años 60, 70 y 80:
Las series y programas de televisión y sus actores
El cine y el teatro
Los automóviles
La música y sus intérpretes

Los deportes y sus protagonistas
La ciudad y nuestro barrio
Sitios de esparcimiento y diversión
Sucesos históricos

Costumbres de la época
Historias y personajes
……entre otras cosas.


10 de diciembre de 2012

Carlitos y Violeta.

En nuestro país dentro del mundo artístico, hay infinidad de actores que tuvieron una formación circense, y en estos días me acorde de Carlitos Scazziotta y su perrita Violeta.
Nació en 1937 y desde muy chico se inició en el circo debido a que su familia trabajaba en uno,  donde debutó a los cinco años.
Se dio a conocer en los 60 en el programa SÁBADOS CIRCULARES, desempeñándose desde entonces principalmente en la televisión. 
Siempre integró elencos de programas humorísticos, como LA TUERCA, EL CIRCO DE CARLITOS BALA y LOS CAMPANELLI entre otros, trabajando además junto a algunos de los cómicos más reconocidos del momento, como José Marrone y Pepe Biondi. 
Gran parte de su vida interpreto papeles de payaso en distintos ciclos y frecuentemente en giras con su circo ambulante donde logro un gran reconocimiento.
Siempre lo recuerdo cuando aparecía acompañado de una perra de trapo a la que llamaba Violeta, y que dio lugar a su clásica exclamación "Salta Violeta" que era acompañada de un tirón a la soga que ataba al muñeco, haciéndolo saltar por el aire.
Fallecido ya hace unos años, seguramente forma parte de los recuerdos de muchos que como yo lo vimos actuar.

4 de diciembre de 2012

MI REVISTA DE PIBE.

Fue una revista pensada para los lectores infantiles, la cual reflejaba la infancia y adolescencia de Patoruzú.
El personaje de historieta fue creado por Dante Quinterno, para la revista que llevaría el nombre del personaje central en Octubre de 1945.
El dibujante que estaba a cargo de darle vida a Patoruzito fue Tulio Lovato y el guión lo realizaba de Mirco Repetto.
La clásica vestimenta del personaje es el poncho de color amarillo, los pantalones azules que los usaba arremangados, las ojotas y una vincha blanca con una pluma, y siempre en su cinturón llevaba las boleadoras. 
Una característica sobresaliente de Patoruzito eran los grandes dedos gordos del pie, característica que se reflejaba en toda la familia, sin embargo, su nariz es pequeña, cosa que contrastaba con el gran tamaño que desarrolló el apéndice cuando fue siendo adulto.
Como en su vida adulta, el pequeño personaje era valiente, generoso y fiel a sus convicciones y sus amigos.
Maneja con destreza las boleadoras, el arco y flecha, es ágil e incansable, siempre junto a su caballo Pamperito y su amigo Isidorito.
Formaban parte de la historieta otros personajes como Upa, la Chacha, Ñancul, el brujo Chiquizuel y su nieto Chupamiel.. 

Guillermo Vilas.

Me encantan los deportes y veo por televisión todo tipo de ellos, y naturalmente el fútbol ocupa el lugar mas importante y comparte este espacio con el automovilismo el boxeo.
Pero si hay un deporte que me gusta y me agrada ver, es el tenis y naturalmente los partidos de Juan Martín del Potro, y esto no me ocurría en la época en jugaba Guillermo Villas.
Hoy ver a Djokovic, Federer, Murray jugar en el circuito es algo da gusto, donde cada partido de Federer te marca que estas viendo para mi al mas grandes de todos tiempos.      
Pero hablar sobre Guillermo Vilas, es hablar para los Argentinos, de otros de los símbolos de los años 70.
Nacido el 17 de Agosto de 1952 en la Ciudad de Buenos Aires, vivió durante su niñez y adolescencia en Mar del Plata.
Fue número dos del mundo en el ránking ATP al finalizar la temporada de 1977 y el tenista que mayor número de torneos en polvo de ladrillo ganó en la historia del tenis, totalizando 46.
También en el año 1977 logro la mayor cantidad de partidos ganados en la historia del tenis con 46 y  el tercer jugador en lograr la mayor cantidad de partidos ganados en el tour profesional, totalizando 923, sólo detrás de Jimmy Connors e Ivan Lendl.
Fue su papá quien lo introdujo en el mundo del tenis cuando tenía solo cinco años.
Los fines de semana concurría al Club Náutico Mar del Plata y mientras los mayores jugaban en las canchas de polvo de ladrillo Guillermo  se quedaba largas horas peloteando en el frontón.
A los once años comenzó a ser entrenado por el profesor Felipe Locicero,
En 1963 Guillermo Vilas ganó su primera medalla en el torneo interno del Club Náutico, siendo derrotado en la final.
Entre los doce y quince años fue sumando logros como ser Finalista del Campeonato Argentino de Infantiles, Campeón Argentino y Sudamericano de Menores en dobles.
En 1967 y a raíz de los éxitos comenzó a viajar a Capital Federal para entrenar en el Buenos Aires Lawn Tennis y jugar Interclubes.
Ese mismo año participó en el tradicional Orange Bowl, donde se consagró en dobles con el Estadounidense Jeff Austin.
Su primer certamen lo ganó en 1973 en Buenos Aires, derrotando a Bjorn Borg por abandono del sueco.
El año 1974 marcó su gran proyección internacional con destacadas actuaciones, incluyendo una maratónica semifinal perdida en Roma ante Bjorn Borg,  y las victorias de los abiertos de Gstaad, Hilversum, Louisville, Toronto, Teherán y Buenos Aires, que le posibilitaron adquirir una notoria consideración general, y lograr la clasificación para disputar el Masters de Australia.
En el torneo que reunió a los mejores de la temporada jugó a un gran nivel, y en la final se impuso al rumano Ilie Nastase.
En 1975 llegó a la primera final de un Grand Slam en  Roland Garros en donde fue derrotado por el sueco Björn Borg.
En ese año Guillermo Vilas, jugo ocho finales de las cuales gano cinco y perdió tres, y en 1977 fue el gran año de su carrera, jugando 31 torneos y ganando 16.
A pesar de todo lo grande que fue Guillermo Vilas,  nunca fue clasificado como Nº1 por la ATP, terminando como Nº2 en el ranking por debajo de Jimmy Connors.
Sin embargo la revista World Tennis concedió a Vilas el Nº1 del mundo y un estudio publicado en Febrero de 2011 en la revista PLOS ONE analizaron todos los registros de los partidos del año 1977 y llegaron a la conclusión de que Vilas fue el mejor jugador de ese año.
En 1978 y 1979 se adjudicó el Abierto de Australia y el único torneo de Grand Slam que no pudo ganar fue el tradicional  Wimbledon, donde sus participaciones más destacadas se produjeron en 1975 y 1976, cuando en ambas ocasiones accedió a los Cuartos de Final.
En 1980 junto a José Luis Clerc y Carlos Gattiker obtuvo la Copa Mundial por Equipos.
En la tercera edición del torneo, que se disputó entre el 5 y el 12 de Mayo en Dusseldorf, Vilas logró imponerse a Ivan Lendl, Rolf Gehring, Corrado, Barazzutt, Björn Borg y nuevamente a Barazzutti para consagrarse campeón invicto.
Fue finalista de la Copa Davis de 1981 junto a jose Luis Clerc perdiendo frente a Estados Unidos en Cincinnati. 
Se retiró en 1989, y retornó brevemente en 1992, año en que solo jugó el Abierto de Atlanta y algunos torneos Challengers.
Es considerado el mejor tenista de la historia del tenis Argentino y unos de los seis mejores deportistas Argentinos del Siglo XX, y pionero de este deporte en nuestro país popularizando el mismo. 

3 de diciembre de 2012

LA FERIA DE MI BARRIO.

Recuerdo siempre la feria de mi barrio en Banfield que durante muchos años se instalaba sobre la calle Chacabuco cuando esta todavía era empedrada.
Mi vieja y mi abuela eran clientas de fierro, con frió o con calor no había sábado que dejaran de ir y yo que era chico eventualmente las acompañaba.
El armado comenzaba alrededor de las cuatro y media de la mañana, con la llegada de los puesteros en sus camiones y camionetas y comenzaban a bajar el fierrerío, las lonas y las maderas que se utilizarían para levantar el puesto.
Una vez concluido el armado, comenzaban a bajar y ordenar la mercadería, para iniciar la actividad mas o menos a las siete de la mañana y finalizar a mas tardar a las dos de la tarde.
Era una feria muy completa donde las verdulerías y los almacenes eran los puestos que más abundaban.
Había además, carnicerías y pescaderías, puestos que comercializaban ropa, zapatos, plantas y flores, entre otros rubros.
Pero con mi abuela había un puesto que siempre visitábamos que era el que vendía pollos, gallinas y patos vivos que muchas veces los sacrificaban en el acto.
La abuela Filomena los traía vivos porque los quería para criar y engrosar la dotación que tenia en el gallinero que alguna vez supero los sesenta plumíferos.
En esos años de la década del sesenta y del setenta, no había congeladoras ni heladeras portátiles, así que todo lo perecedero, se conservaban en hielo.
La clientela que concurría era numerosa y en su inmensa mayoría mujeres, aunque muchas también concurrían acompañadas por hombres, que contribuirían a transportar todo lo comprado.
Los días de lluvia conspiraban en el funcionamiento de la feria y todo se complicaba tanto para los puesteros como para los compradores que transitaban por la misma con sus paraguas.
Cerca de la una de tarde los precios de las mercaderías bajaban sensiblemente y comenzaba el remate de lo que había quedado.
Con puntualidad Inglesa a las dos de tarde empezaba el desarme de los puestos y la carga de todo lo sobrante en los camiones y camionetas y todo finalizaba para los vendedores.
La tarea final estaba a cargo de los barrenderos de la municipalidad que limpiaban las cuatro o cinco cuadras donde se instalaba la feria.
Hoy todavía las vemos funcionar en algunos barrios de la capital y en la pronvincia en muchos municipios, pero con mucho mejor equipamiento que garantizan mejores condiciones de higiene sobre todo para lo que sean productos alimenticios.