La semana pasada muy a mi pesar, tuve que ir al centro comercial de Lomas de Zamora a sumergirme en su locura, y si bien vivo en esta ciudad desde que nací, todo mi adolescencia la pase con mis amigos en Banfield.
Banfield tenía y tiene pese al paso del tiempo, un ritmo de vida mucho mas pueblerino, donde todavía perduran negocios que tienen mas de 40 años en el mismo lugar.
Banfield tenía y tiene pese al paso del tiempo, un ritmo de vida mucho mas pueblerino, donde todavía perduran negocios que tienen mas de 40 años en el mismo lugar.
Más allá de eso el centro comercial de Lomas, en algún momento lo tenias que visitar porque los negocios que había allí no los encontrabas en Banfield.
Muchas veces cuando me hablan del centro comercial de Lomas de Zamora, parecería que solamente conozco las calles que transité toda mi vida, porque sin exagerar camino por ellas no mas de dos o tres veces por año, razón por la cual cada vez que vuelvo todo es nuevo para mi.
Muchas veces cuando me hablan del centro comercial de Lomas de Zamora, parecería que solamente conozco las calles que transité toda mi vida, porque sin exagerar camino por ellas no mas de dos o tres veces por año, razón por la cual cada vez que vuelvo todo es nuevo para mi.
Ya que estaba en el centro de Lomas decidí dar una vuelta para jugar un poco con mis recuerdos.
Me preguntaba a mi mismo mientras manejaba, ¿QUE PASO CON LAS TRES CARABELAS?, la histórica pizzería que se encontraba en la esquina de Laprida y Acevedo, ¿QUE PASO CON THOMPSON & WILLIAMS?, la sastrería donde compre mis primeros sacos sport y se encontraba en la calle Laprida creo que en la cuadra de la GALERÍA OLIVER.
Me preguntaba a mi mismo mientras manejaba, ¿QUE PASO CON LAS TRES CARABELAS?, la histórica pizzería que se encontraba en la esquina de Laprida y Acevedo, ¿QUE PASO CON THOMPSON & WILLIAMS?, la sastrería donde compre mis primeros sacos sport y se encontraba en la calle Laprida creo que en la cuadra de la GALERÍA OLIVER.
Cuando pasé por la calle Alem antes de cruzar Boedo recordé que allí estaba el BANCO DE AVELLANEDA donde mi abuelo cobraba su jubilación y me encantaba acompañarlo cuando era pibe.
También me encontré sorprendido cuando pasé por la Av. Pavón y Laprida, y advertí que no estaba mas el RESTAURANT MUNICH donde podías disfrutar de sus incomparables comidas.
Seguí dando vueltas con el auto por esta ciudad casi desconocida y en una segunda pasada por Laprida y España me di cuenta que tampoco estaba mas la sastrería EL SIGLO, un lugar donde mi viejo se había comprado su traje de casamiento y cuando me casé yo también compre el mío.
Seguí dando vueltas con el auto por esta ciudad casi desconocida y en una segunda pasada por Laprida y España me di cuenta que tampoco estaba mas la sastrería EL SIGLO, un lugar donde mi viejo se había comprado su traje de casamiento y cuando me casé yo también compre el mío.
Me sorprendí cuando descubrí que en la GALERÍA LAPRIDA no estaba mas CAMARO, un lugar emblemático por años, que era una mezcla de boliche y cafetería.
También advertí que no estaba CASA TÍA en Carlos Pellegrini entre Laprida y Boedo donde tenía su entrada principal, aunque también había una por la calle de la estación de trenes.
Recuerdo que en la esquina de Carlos Pellegrini y Boedo estaba LA PROVEDURÍA DEPORTIVA, y siguiendo por Carlos Pellegrini hacia el bajo nivel, tampoco encontré una pizzeria que si mal no recuerdo se llamaba TREVI.
Estos comercios tampoco estaban donde los conocí, y volví a preguntarme ¿CUANDO OCURRIÓ TODO ESTO QUE NO ME ENTERE?
Volví a dar nuevamente la vuela por Boedo, y retomando por Acevedo respire al ver que al menos SEDERÍA ENRIQUE estaba en el mismo lugar.
Bajé unas cuadras por Acevedo y retorné hacia Av. Meeks y continué con mi asombro, cuando vi que no estaba mas el CINE GRAN LOMAS, ni tampoco en frente el CINE AVENIDA.
En fin, cuantos lugares no están mas, donde en esos años de mi niñez y adolescencia los conocí, pero es así, el paso del tiempo es inevitable, y son necesarios nuevos emprendimientos comerciales para los tiempos que nos tocan vivir, como por ejemplo el polo gastronómico de las Lomitas.
En fin, cuantos lugares no están mas, donde en esos años de mi niñez y adolescencia los conocí, pero es así, el paso del tiempo es inevitable, y son necesarios nuevos emprendimientos comerciales para los tiempos que nos tocan vivir, como por ejemplo el polo gastronómico de las Lomitas.
Gúste o no gúste la vida es así, y es bueno que así sea, un cambio constante por mas que este viajero en el tiempo se resista a ello.