La perinola era uno de los juegos que nos
atrapaba a los pibes del barrio, con la cual nos pasábamos horas
jugando por unas monedas que nos posibilitaría en caso de obtener algún rédito,
mejorar la compra de golosinas.
Por si alguno no la conoce
o no la recuerda, la perinola es una pieza de material duro similar al
de los dados, que gira como un trompo y tiene en sus contornos distintas escrituras.
Al hacerla girar y al
detenerse deja una cara hacia arriba con la inscripción de la suerte con que corre el jugador, participando en el juego varias personas, realizándose apuestas en dinero o fichas.
Con los pibes del barrio
nos sentábamos en ronda y todos realizábamos la misma apuesta que consistía en
monedas del mismo valor, y cuando había plata apostabamos simplemente figuritas.
El juego comienza cuando el primer jugador hace girar
la perinola con la mano, y cuando la perinola deja de
girar, el jugador que tiró hará lo que dicte la leyenda de la cara que haya
quedado hacia arriba.
Esta leyenda ordena al
jugador que tome o que deje cierta cantidad de dinero o fichas o lo que sea de
la pila inicial.
En caso que la cantidad a
tomar sea todo, el afortunado jugador retira todo y el montón se vuelve a
formar como al inicio del juego
Las leyendas de la
perinola son, PON 1, PON 2, TOMA 1, TOMA 2, TOMA TODO Y TODOS PONEN.