Con un color ámbar brillante, sabor dulce y aterciopelado, fue
en 1973 que los fabricantes lanzaron una campaña televisiva que generó enorme
impacto, con una sensual rubia recostada sobre un sofá, escuchando blues,
formulaba la siguiente pregunta al
hombre que acaba de entrar en la habitación: "¿Me bajás la caña, Carlos?".
Pese a ser censurado este comercial, consagró a su
protagonista, la bella actriz y modelo Norma Sebré.