Hablar de este
personaje es remontarse a mediados de la década de 80, cuando ciertos medios
periodísticos de televisión y periódicos
con toques sensacionalistas, comenzaron a hablar de la aparición de un sátiro y
ladrón vestido totalmente de negro.
La noticias sobre sus apariciones enseguida tomaron trascendencia entre la
gente y es increíble que un personaje, que según muchos fue creado para ocupar
un espacio y tiempo en blanco en los medios comunicación, se convirtió
rápidamente en un mito.
Cuentan las primeras
crónicas, que vecinos de Lomas de Zamora se vieron atacados por un misterioso
hombre, vestido de negro con aspecto de gato.
Si no mal recuerdo
otros situaban sus primeras apariciones
en Brandsen cuando una noche ataco a una mujer causándole arañazos en todo el
cuerpo.
Sus andanzas
consistían en salir ni bien anochecía, a atacar a golpes y arañazos a
desprevenidas personas, muchas veces ocasionando profundas heridas por en los
brazos, espalda y cara.
Lo curioso de este
personaje que se popularizo con el nombre de HOMBRE GATO, era que tenía una
particularidad que lo distinguía de cualquier loco o asaltante que pudiera
andar suelto, porque según contaban maullaba ferozmente.
Mucha gente que decía
haberlo visto, lo describían como un ser medio humano y medio animal, con un
aspecto desagradable.
Fue tal vez esta descripción que contribuyó a crear una
psicosis general, que muchos terminaron asociándolo con algo que no era de este
mundo.
Las noticias situaban
al HOMBRE GATO en diferentes lugares y a la misma hora, razón por la cual se
habló de un Clan de hombres de negro,
cuestión que explicaba el por qué ya se lo había visto en tantos barrios.
Un cuerpo estilizado
según contaban, se escondía en ropas
oscuras y en la misma oscuridad de la
noche, saltando desde los árboles, caminando por los techos de las casas,
buscando las calles más oscuras, golpeando, arañando y hasta algunos contaban
que matando, pero un buen día EL HOMBRE GATO dejo de aparecer.
Para muchos murió y
para otros fue una de las más grandes creaciones del periodismo, que se
aprovechó despiadadamente de un pueblo inocente.
Gente que conocí como
Doña Bernarda, contaba que lo había visto en el techo de su casa y Doña
Florencia que contaba, que lo tuvo frente a frente y lo encaro con un
cuchillo, me llevo a pensar que algo
había de realidad.
LEYENDA, MITO URBANO,
INVENTO DEL PERIODISMO, nunca se sabrá.