Quiero compartir con todos aquellos que ingresen a este espacio, un montón de recuerdos que son parte de mi niñez, adolescencia y juventud.
Recordaremos juntos de esos años 60, 70 y 80:
Las series y programas de televisión y sus actores
El cine y el teatro
Los automóviles
La música y sus intérpretes

Los deportes y sus protagonistas
La ciudad y nuestro barrio
Sitios de esparcimiento y diversión
Sucesos históricos

Costumbres de la época
Historias y personajes
……entre otras cosas.


3 de octubre de 2011

Parece una broma pero...............




Por muchas cosas recuerdo siempre esta historia, que ocurrió en un viejo bar y cafetería del barrio de  Barracas, sobre la Av. Reg. de Patricios.
Un boliche muy viejo que en verano estaba lleno de gente sentada en la vereda tomando alguna cerveza y comiendo una picadita. 
El bar tenia dos entradas, una sobre la esquina que era la principal y otra sobre la calle lateral que no recuerdo el nombre.
Una tarde estaba con unos amigos tomando un café, naturalmente como hacía calor nos sentamos en una de la mesas de afuera.
Estañamos justo frente a la puerta principal de entrada al  bar.
Pedimos y nos pusimos a conversar mientras mirábamos un auto que tenía cartelito de venta.
Digno de ser admirado estaba estacionado frente a la entrada lateral del bar.
Era un Chevrolet Super Sport de color azul, en impecable estado. Tenía en los vidrios unos prolijos cartelitos colocados, donde decía SE VENDE y tenía un  teléfono.
Nosotros cuando llegamos lo vimos y la verdad que nos llamó la atención por el impecable estado del auto.
Al rato vienen caminado tres muchachos que se paran a ver el vehículo.
Lo miraban y lo miraban hasta que uno de ellos le dice a los otros dos, "Voy a llamar porque esta bárbaro"
Haciando alarde de la tecnología de la época, saca un teléfono celular Movicom tipo ladrillo que tenía en un maletín que llevaba.
Marca rápidamente el número de teléfono, caminan unos pasos más y se sientan mesa de por medio al lado nuestro.
Hacen el pedido al mozo y el que había marcado el número de teléfono, comienza a hablar.
De manera inmediata nos damos cuenta, que su interlocutor estaba dentro del bar en la barra del mismo.
Nosotros escuchábamos que hablaban del Chevrolet, pero ninguno de los dos decían dónde estaban en ese momento.
El Muchacho que realizo la llamada, dijo que había pasado y lo vio, pero no dijo en ningún momento que estaba sentado a metros del auto.
El dueño del mismo y del boliche tampoco dijo donde estaba.
El muchacho que tenia interés en el auto nunca le pregunto de donde era, aunque pensó que seguramente el dueño del auto vivía por ahí.
Nosotros escuchábamos atentamente haciendo fuerza para no reírnos.
Hablaron largo rato de la bondades del vehículo, ambos interesados en realizar la operación de compra-venta.
Quedaron en volver a hablar y ahí termino la conversación, donde  ninguno de los dos supo donde estaba el otro cuando hablaron por teléfono.
En fin parece un cuento, pero fue así y cada vez que paso por el lugar me acuerdo de esta historia.