Quiero compartir con todos aquellos que ingresen a este espacio, un montón de recuerdos que son parte de mi niñez, adolescencia y juventud.
Recordaremos juntos de esos años 60, 70 y 80:
Las series y programas de televisión y sus actores
El cine y el teatro
Los automóviles
La música y sus intérpretes

Los deportes y sus protagonistas
La ciudad y nuestro barrio
Sitios de esparcimiento y diversión
Sucesos históricos

Costumbres de la época
Historias y personajes
……entre otras cosas.


12 de septiembre de 2018

LAS FIGURITAS.

Las que se vendían en los años 60, ocupaban un lugar de preferencia a la hora de jugar con chicos en el barrio y en el colegio.
Las había de cartón o cartulina, redondas o rectangulares, según de la colección de que se tratase, pero todas te daban una pelota Nro. 5 si llenabas el álbum.
La gran mayoría se relacionaban con el fútbol, aunque también había colecciones que incluían autos de carrera y corredores de los mismos, aviones y barcos militares, etc.
El intercambio con tus amigos y compañeros de colegio de las figuritas repetidas, era constante y donde muchas veces ofrecías  un montón de ellas para obtener la o las figuritas difíciles de la colección.
Recuerdo siempre las veredas de mi barrio que se transformaban en escenario de los juegos de figuritas con los pibes vecinos y los amigos de todos los días que formaban la barra.
EL ARRIME o EL PUNTO, era el juego más común entre nosotros y consistía en dejar las figuritas, lo más cerca posible de la pared y el que lo conseguía las ganaba todas.
Este juego también se jugaba con la revoleada, entonces el mejor posicionado las arrojaba al aire  y ganaba las que quedaban caras y las cecas las revoleaba el segundo.
Este recogía sus caras y sus cecas pasaban al tercero, así hasta que no quedaran más cecas o llegaran al último jugador, que directamente, se quedaba con las figuritas que no habían salido cara en ninguna oportunidad.
EL ESPEJITO se trataba de voltear una figurita parada contra la pared y el que lo conseguía,  se quedaba con todas las jugadas.
Para EL CHUPE se colocaban las figuritas en el suelo, con la cara hacia arriba y había que voltearlas golpeándolas con la palma de la mano.
LA TAPADITA consistía en tapar algunas de las figuritas, previamente colocadas, con las propias, arrojándolas planeando desde el cordón de la vereda y cuando se lograba, se llevaba la de uno y la tapada.
Para considerarse tapada la figurita tenía que cubrir, al menos, la mitad de la de abajo, lo que muchas veces terminaba en fuertes discusiones para determinar qué porcentaje de la figurita estaba tapada.
Luego de horas de juego, venia para parte en que te ponías contento o triste, cuando contabas las figuritas que tenías en tu poder.
Ahí observabas si habías ganado una nueva, saltando de alegría si ganabas alguna que no tenías.
También era el momento donde separabas las nuevas de las viejas, las más blandas y rotas, separando algunas difíciles que tratarías de cambiarlas por una cantidad importe de figuritas.
Originariamente las figuritas venían con las golosinas, por lo general en los chocolatines más baratos y recién con el tiempo, se vendieron solas en sobrecitos.

LAS EXITOSAS NOVELAS DE LA DECADA DEL 70.

En esta etapa del Blog donde vuelvo a editar algunos post escritos cuando comenzó este espacio, ya que había mencionado a Alberto Migre y Abel Santa Cruz, quería  recordar cuatro novelas que veíamos en los 70 en familia a la hora de cenar.
Novelas exitosas en las últimas décadas hemos visto decenas, ahora bien, la que marco un absoluto suceso fue ROLANDO RIVAS TAXISTA.
El primer capítulo se emitió el 7 de marzo de 1972 y el último el 27 de diciembre de 1973.
Debido al impresionante éxito se produjo una segunda temporada en 1973, sólo que en este segundo año de emisión cambió la actriz principal, puesto que Soledad Silveyra había sido contratada por Canal 13 para protagonizar junto a Arnaldo André otra exitosa telenovela que fue  "Pobre diabla"
Así fue que la segunda temporada de "Rolando Rivas Taxista" fue encabezada por Claudio García Satur y Nora Cárpena.
Una historia de amor que atrajo la atención de millones de espectadores argentinos, alcanzando un rating que superó los 40 puntos en cada capítulo y más aún, considerando que en aquellos tiempos no existía la televisión por cable y la variedad de programas que se ofrecen en la actualidad.
La telenovela fue filmada en blanco y negro y logró reflejar la cultura porteña Argentina, el mundo de los taxistas (profesión del personaje protagonista) y las relaciones familiares mediante un lenguaje coloquial, sencillo, inclusive más realista que le dio un giro al formato de las telenovelas emitidas hasta ese momento.
Además, en la historia se hacía referencia en diversas oportunidades a la realidad social y política vivida en el país en aquel tiempo (años setenta).
Luego de la finalización de la telenovela en 1973, cuyo último capítulo tuvo como actor invitado al mismo autor y creador de la historia, Alberto Migré, quien interpretó a un pasajero de taxi, se produjo una versión cinematográfica con la secuela de la historia, para la cual se convocó nuevamente a Soledad Silveyra para el rol de Mónica Helguera Paz, estrenándose en 1974.
Rolando Rivas es un porteño del barrio de Boedo, humilde y de buen corazón, es sostén de su familia con el trabajo que le da su querido taxi.
Está de novio con la chica de enfrente, la Tere, una muchacha buena de profesión costurera que vive junto a su padre, Don Félix, quien no ve con buenos ojos aquel noviazgo. 
Sin embargo el cariño sincero y profundo que Rolando siente por Teresa no se enciende con la vehemencia de un gran amor.
Un otoño de 1972 mientras Rolando giraba con su taxi, una colegiala de apenas 17 años irrumpe nerviosa y prepotente en su vehículo.
Era Mónica Helguera Paz, una sofisticada señorita dueña de una gran fortuna pero inmensamente desdichada.
Desconsolada por algo que ese día le había ocurrido abre la puerta del coche y en plena marcha se arroja del taxi.
A raíz del infortunado accidente es como Rolando y Mónica se conocen surgiendo entre ellos una irresistible pasión que ni la diferencia de clases sociales logrará borrar.
Al no continuar Soledad Silveyra en el elenco de la telenovela, ingresa la actriz Nora Cárpena cambiando la pareja protagónica principal de la historia.
Mónica Helguera Paz sale de la vida de Rolando para emprender un largo viaje que la mantendrá alejada de su amado con quien había surgido grandes diferencias a pesar de la pasión desenfrenada que vivían.
La historia da un giro y aparece en escena Natalia (interpretado Nora Cárpena), quien junto a su pequeño hijo Quique, inundará de felicidad la vida de Rolando.
Rolando Rivas cautivó a millones de espectadores y aún hoy se la recuerda.
Otro éxito fue UN MUNDO DE 20 ASIENTOS, otra de las telenovelas de mayor audiencia de la televisión Argentina, la cual se veía por Canal 9 cuando transcurría el año 1978, con dos temporadas donde el primer actor fue Claudio Levrino.
En la primera de ellas la actriz que lo acompañaba era Gabriela Gili y en la segunda la primera actriz María de los Ángeles Medrano.
La trama se centraba en una historia de amor entre un colectivero de la Línea 60 y una muchacha que se hacía pasar por la mucama de una familia de buena posición económica.
Lamentablemente tanto Gabriela Gili como Claudio Levrino fallecieron, pero siempre van a perdurar en el recuerdo de todos aquellos que los vivimos actuar.
 
Protagonizada por María de los Ángeles Medrano y Arturo Puig, con libro de Abel Santa Cruz, Carmiña se convirtió en otro suceso dentro de la novelas cuando trascurría el año 1972.
El argumento de la telenovela giraba alrededor de una simpática galleguita que era mucama en la casa de una familia adinerada y de alta clase social.
Entre ella y el hijo mayor de esta familia se va gestando una historia de amor que los protagonistas no podrán evitar. 

Beatriz Tajibo una grande la actuación de la Argentina y Alberto Martín un galán exitoso de los años 70, juntos protagonizaron otro éxito que se llamó, ME LLAMAN GORRIÓN.
Era la historia de Rosa Morelli, una chica de barrio de condición muy humilde que se disfraza y se hacía pasar por un muchacho para conseguir trabajo.
De esta manera consigue empleo como repartidora en un almacén, llevando los pedidos a la casa de Gabriel Mendoza, de quien se enamora aunque este estaba comprometido para casarse.
Cuando él conoce la verdadera identidad de Rosa también se enamora de ella, comenzando de esta manera la historia de amor, donde Rosa deberá luchar contra el desprecio y el orgullo de algunas personas que rodean a Gabriel, incluyendo su prometida que no se resigna a terminar la relación.
Otra gran novela fue MALEVO cuyos protagonistas fueron Rodolfo Beban y Gabriela Gili, que salió al aire por Canal 9 entre 1972 y 1974.
La historia transcurre a principios del 1900, donde un joven aristócrata, deja de lado el protocolo que le señala la sociedad, para mezclarse en las noches porteñas, entre guapos, duelos, faldas y patotas bravas.
En una de esas noches porteñas, conoce a una bella mujer que le cambiará su vida.