Los años 60 y 70 fueron marcados por La Guerra de Vietnam, conflicto bélico que enfrentó entre 1964 y 1975 a la República de Vietnam, o Vietnam del Sur, y a los Estados Unidos, contra la República Democrática de Vietnam, o Vietnam del Norte, y el Frente Nacional de Liberación de Vietnam, apoyados por el bloque comunista.
En el marco de la Guerra Fría y tras el fin de la guerra, con el armisticio entre el sur y el norte, la guerra de Vietnam significó en la historia como la primera derrota de los Estados Unidos en un conflicto bélico.
La guerra se distinguió por transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas de frente, salvo las que se establecían alrededor de los perímetros de las bases o campos militares, de manera que las operaciones se sucedieron en zonas no delimitadas, proliferando las misiones de guerra de guerrillas o acciones de sabotaje en las retaguardias de las áreas urbanas.
Algo que caractizó esta guerra, fue el uso de la fuerza aérea para bombardeos masivos y el empleo extensivo de agentes y armas químicas, constituyendo violaciones de diversas convenciones internacionales de guerra.
Un conflicto bélico sangriento que significo la división de la sociedad estadounidense, que finalizó en 1975, tras la toma de Saigón, con la rendición incondicional de las tropas sudvietnamitas y la unificación del país, bajo el control del gobierno comunista de Vietnam del Norte, con el nombre de la República Socialista de Vietnam el 2 de julio de 1976.
Un dato que refleja la crudeza del conflicto es el número de víctimas civiles que, según datos de los organismos internacionales para 1975, la guerra habría causado la muerte de entre 3,8 y 5,7 millones de personas, la mayoría de ellas civiles, y graves daños al medioambiente.
Para los Estados Unidos este conflicto resultó ser la confrontación más larga en la que se han visto envueltos que dejo con un fuerte sentimiento de derrota y graves cuestionamientos a los gobiernos de turno.
