Mas allá que siempre hemos tenido perros y un gato, hemos dado hogar a otros perros perdidos y hasta una paloma.
Como llego a nuestras vidas? TE CUENTO.
Con mi esposa en aquel entonces trabajábamos en el mismo lugar, y un día en una de las ventanas que daba a los baños de la mujeres, una paloma había hecho allí su nido donde había un pichón.
La madre había abandonado el nido y el pobre pichón estaba solo y expuesto al frío y a caerse del nido con pocas posibilidades de sobrevivir dado que estábamos en un quinto piso.
Entonces lo sacamos de allí y lo pusimos en una cajita y lo trasladamos desde Capital hasta Lomas donde vivimos.
Era tan pichón que todavía tenia los plumones y no podía comer solo, razón por la cual dijimos, manos a la obra y lo comenzamos a alimentar nosotros.
Con el alimento que recibía que probablemente era mas de lo que su madre le podía proveer, el pichón al cual le habíamos puesto el nombre de Mata, no tardo en crecer.
Durante el día se quedaba solo en una caja abierta hasta que llegábamos nosotros por la noche y ahí solito salía de la misma y andaba suelto, sembrando cagaditas por donde fuera.
Cuando fue mas grande lo pusimos en una jaula la cual tenia la puerta abierta, entrando y saliendo cuando el quisiera.
Así fueron pasando los días y Mata se había convertido en una paloma adulta, y contra todo pronostico seguía con nosotros.
Mi hija era chica y jugaba siempre con el como si fuera un perrito o un gato, hasta que un día cuando estábamos afuera, empezó a sobrevolar el lugar un bandada de palomas que fue advertida por Mata el cual se asomo fuera de jaula y levanto vuelo.
Esa fue la primera vez que tomaba altura porque siempre sus vuelos era cortos y tambien fué la última vez que lo vimos.
Las palomas pasaron varias veces por sobre la casa y desaparecieron.
Quedamos muy tristes porque Mata era parte de nuestra familia aunque para algunos sea exagerado, pero entendíamos que había sido lo mejor para el animal, porque comenzaría a escribir su propia historia.