No se en estos tiempos a que juegan los chicos que van a la escuela primaria en los recreos, pero si recuerdo a que jugábamos nosotros los de mi edad, cuando íbamos al colegio "hace poquito tiempo", unos 40 o 50 años nada mas.
Uno de ellos y tal vez el que tenía mayor atracción era el tinenti, el que se practicaba con cinco piedras pequeñas u objetos similares.
Consistía en ir tomándolas del suelo al tiempo que se arroja una de ellas al aire y se vuelve a tomar sin que caiga al piso.
La idea era lanzar las piedras verticalmente con la palma al cielo extendida en posición horizontal, y mientras duraba su trayectoria, invertir la orientación de la palma para recibirlas.
La idea era lanzar las piedras verticalmente con la palma al cielo extendida en posición horizontal, y mientras duraba su trayectoria, invertir la orientación de la palma para recibirlas.
El juego iba aumentando su dificultad como lo es desde tirar las 5 piedras al suelo, seleccionar una, tirarla hacia arriba y cuando va en el aire tomar una piedra del suelo y recibir la que viene cayendo, para luego en otra etapa tirar una piedra al aire y recoger dos o tres del suelo.
Las piedras que se utilizaban, muchos las hacían con pedacitos de mármol, pequeños cubos de 1.5 cm. de lado y otros utilizaban dados viejos.
Las piedras que se utilizaban, muchos las hacían con pedacitos de mármol, pequeños cubos de 1.5 cm. de lado y otros utilizaban dados viejos.
Es un juego muy antiguo que originalmente era llamado kapichua, lo practicaban los niños Tobas y Wichís con carozos o semillas a fin de desarrollar destrezas manuales y aprender a contar.
Otro entretenimiento propio de los recreos en esos años, eran los palitos chinos conocido también como Mikado, un juego de destreza que se basaba en la habilidad de controlar el movimiento de la mano.
Se jugaba con un conjunto de varillas con bandas pintadas de diversos colores, de 20 centímetros de largo y de un grosor de aproximadamente 5 milímetros de diámetro.
Mas tarde aparecieron de plástico y madera, aunque originalmente eran de madera o marfil.
Los palitos eran de colores, rojo, verde, amarillo y azul, y de todos estos, sólo uno de ellos era de color negro, o en algunos casos blanco, siendo este el único y el más importante en el juego.
Los otros palitos de colores eran de cantidades variadas, y tenían valores de puntuación distintos según su color, siendo el de más valor el palillo único.
Su origen se remonta según escritos budistas al siglo V antes de Cristo, tratándose ciertamente de un juego ancestral, que por su sencillez permitió su expansión en diversas civilizaciones.
El juego de bolitas tal vez sea el que siempre existió y siempre se jugo, conociéndose también a las bolitas como canicas, que hasta nuestros días las podemos adquirir en los comercios, en sus distintas variedades, de vidrio, cerámica o metal.
El juego de bolitas tal vez sea el que siempre existió y siempre se jugo, conociéndose también a las bolitas como canicas, que hasta nuestros días las podemos adquirir en los comercios, en sus distintas variedades, de vidrio, cerámica o metal.
Los juegos son prácticamente universales, y aunque existen muchas variantes, la esencia es casi siempre la misma, y consiste en lanzar una o varias canicas para intentar aproximarse a otras o a un hoyo.
Cuando se gana una mano se toman las bolitas del otro jugador o de los jugadores contrarios.
Si bien no se conoce el verdadero origen de las canicas, aparentemente fue en el Antiguo Egipto y la Roma Precristiana, en que se originó el juego.