Retomando el tema de los viejos bares que había en mi
barrio, recuerdo el que estaba en la esquina de Matheu y Viamonte a una cuadra
de donde funcionaba el frigorífico Asurmendi.
Una
edificación típica para esos boliches, con dos entradas, una por la esquina
donde estaba el almacén y sobre Viamonte la entrada al boliche.
Cuando
por las mañanas hacía el camino a la
escuela 20, ya se estaba abierto y en su interior se encontraban algunos parroquianos tomando
algunos traguitos.
Ya
sobre el medio día cuando salíamos del colegio veíamos también gente almorzando
sentados en las pocas mesas que tenía el lugar.
En
la esquina se situaba el buzón donde los chicos dejaban las cartas para pedir
juguetes a los reyes magos.
No
recuerdo bien hasta que año funciono, porque con el correr de los años el bar se
transformó en un almacén que se llamaba La Finca, que en los noventa también cerró
definitivamente.
El
viejo bar fue otro comercio, que el paso
del tiempo y el cambio de costumbres hizo desaparecer.
LIBRO DE VISITAS.
LIBRO DE VISITAS.