Quiero compartir con todos aquellos que ingresen a este espacio, un montón de recuerdos que son parte de mi niñez, adolescencia y juventud.
Recordaremos juntos de esos años 60, 70 y 80:
Las series y programas de televisión y sus actores
El cine y el teatro
Los automóviles
La música y sus intérpretes

Los deportes y sus protagonistas
La ciudad y nuestro barrio
Sitios de esparcimiento y diversión
Sucesos históricos

Costumbres de la época
Historias y personajes
……entre otras cosas.


24 de enero de 2014

El mueble tenía 71 años.


El mueble hecho por el tío Agustín el 6 de Octubre de 1943 y restaurado por Mariela en Enero de 2014, tiene una historia simple y sencilla pero que me recuerda algo que contaba mi mamá.
El mueblecito lo había hecho para mi papá cuando era soltero para guardar platos y otras vajillas.
Cuando mis viejos se casan lo llevan a la casa que en aquel entonces alquilaban en la calle Carlos Casares y Cerrito en Temperley, donde vivieron por espacio de 5 años hasta que edificaron en Arenales y Alberti y se mudaron.
El mueble estaba en la cocina al lado de una máquina de coser Singer que era de mi abuela, esta fue una de las primeras cosas que había comprado ni bien vino de Italia.
Estuvo pintado a lo largo de sus 71 años de diversos colores, primero de marrón oscuro, luego fue color gris y por ultimo lo habían pintado de Blanco.
Pasaron los años y mi mamá se lo regalo a la hermana, cuando ella falleció mi hija lo recupero y lo restauro todo, primero le quito todas las manos de pintura, luego masilló donde era necesario y por ultimo lo barnizó.
Durante años y pese haberlo pintado en varias oportunidades, nadie advirtió que quien lo hizo, mi tío Agustín lo había firmado en la parte de atrás de cajón, que como todos los interiores del mueble estaban con la madera virgen.
Mi vieja siempre me contaba que yo  gateaba por toda la cocina, y una noche cuando había llegado mi papa de trabajar, él estaba viendo la televisión mientras me vigilaba porque mi mama estaba haciendo la cena, y yo lentamente me agarre del mueble y me pare.
Mi viejo emocionado me dijo, “OMAR VENI” y despacito me di vuelta y comencé a caminar, TENÍA 11 MESES.
Cada tanto cuando iba a la casa de mi tía que era donde paso los últimos 30 años el mueble, lo veía y recordaba el relato de mis viejos.